Aunque su precio descendió estos últimos días, el uso de criptomonedas, con Bitcoin a la cabeza, crece en diversos segmentos. No solamente se usan como ahorro o inversión, ahora forman parte de las compras diarias de las personas.
Aunque durante las últimas semanas las noticias del precio de Bitcoin (BTC) no fueron las esperadas, la principal criptomoneda del ecosistema empieza a mostrar signos prometedores para cumplir su propósito como medio de pago.
Si bien las criptomonedas cumplen ya varias funciones, desde inversión especulativa a cobertura contra la inflación, habían mostrado ciertas dificultades para establecer una identidad clara en otros ámbitos.
Recientemente, la cantidad de Bitcoin en la red Lightning, un protocolo de pago construido sobre la cadena de bloques, se disparó un 66% en el último año, alcanzando la cifra récord de 5.580 unidades.
De hecho, los expertos en criptopagos observan un fuerte volumen de transacciones. BitPay, con sede en Estados Unidos, reveló que el volumen de transacciones aumentó un 18% en 2022 con respecto al año anterior.
Del mismo modo, Coinspaid comprobó un aumento del 32% en importancia durante el cuarto trimestre de 2022, en comparación con el año pasado.
Aumento de la adopción y la utilidad de las criptomonedas
Cada vez hay más indicios de que Bitcoin y otras criptomonedas están evolucionando hacia su objetivo original de convertirse en una forma de pago ampliamente utilizada.
El reciente aumento de la popularidad de BTC puede deberse a su adopción por parte de las principales instituciones financieras, como PayPal, Visa y Mastercard, que empezaron a facilitar las transacciones con Bitcoin.
Además, la tecnología subyacente de BTC y blockchain ha madurado significativamente, lo que permite transacciones más rápidas y eficientes. En consecuencia, Bitcoin resulta cada vez más atractivo para los comerciantes como medio de aceptación de pagos.
No obstante, a pesar de este progreso, las criptomonedas todavía se enfrentan a ciertos desafíos para su adopción generalizada como método de pago, como obstáculos regulatorios y problemas de escalabilidad.
Qué pasa con la regulación de Bitcoin
En este sentido, BTC y otras criptomonedas siguen siendo objeto de interés y preocupación para los reguladores de todo el mundo.
La relevancia de las criptomonedas a ojos de los reguladores depende de varios factores, entre ellos su opinión sobre las monedas digitales como alternativa viable a los sistemas de pago tradicionales, su preocupación por los riesgos asociados a las criptomonedas y su enfoque regulador del sector.
En los últimos años, muchos países han tomado medidas para regular el uso y el comercio de criptomonedas. Algunos han implantado normas y directrices estrictas para los intercambios, mientras que otros han prohibido totalmente sus transacciones cripto.
Al respecto, los reguladores han expresado su preocupación por el blanqueo de dinero, el fraude, la manipulación del mercado y la protección de los inversores. Trataron de abordar estos riesgos a través de diversas medidas, entre ellas requisitos más estrictos de conocimiento del cliente (KYC) y de lucha contra el blanqueo de capitales (AML).
Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, muchos reguladores reconocen los beneficios potenciales de las criptomonedas y la tecnología blockchain, incluyendo sistemas de pago más rápidos y eficientes, una mayor inclusión financiera y una mayor transparencia.
De momento, a medida que la industria cripto evoluciona y madura, es probable que veamos nuevos desarrollos e iniciativas regulatorias para equilibrar la promoción de la innovación y garantizar la protección de los consumidores.
